La memoria de un exiliado en favor de la reconciliación MATEU CUART. PALMA. Mi odisea
(1936-1943), el libro en el que Juan Matas narra sus vivencias durante la
Guerra Civil y el período de posguerra, exiliado por un encadenamiento de
infortunios en Italia, se presentó ayer en sociedad en un acto en el Centre
de Cultura de Sa Nostra en el que participaron los tres autores encargados
de los estudios preliminares en forma de "revisión crítica" a "las memorias
de un hombre de su tiempo, que el 18 de julio de 1936 vio cómo todo su mundo
desaparecía y que, pese a ello, y pese a que en la posguerra vivió un exilio
interior, no escribe desde la venganza ni desde el rencor, sino buscando una
explicación a una lucha entre hermanos, sin buscar culpables". Diario de Mallorca 13/05/2008
|
Entrevista
«Fugint del franquisme, Juan Matas acabà a una presó feixista» Mi odisea repassa la vida d'aquest mallorquí entre 1936 i 1943 |
‘Mi odisea’ (1936-1943), el testimonio de un mallorquín aterrado por el odio político
GABRIEL ALOMAR
Juan Matas Salas fue uno de aquellos mallorquines aterrados por el cariz que tomaba un odio desatado contra todo lo que no fuera la adhesión incondicional a las prerrogativas del llamado Movimento Nacional. Armado de valor y acompañado por familiares y amigos, tras permanecer tres años oculto en el subterráneo de su vivienda en pleno centro de Palma, decidió emprender su particular odisea: Hacerse a la mar con un bote rumbo a África desde donde se trasladaría en barco de línea regular hasta Argentina. Por paradojas del destino y tras capear un temporal a la deriva, se cruzó en su rumbo una nave que resultó ser italiana y por tanto aliada de los sublevados. Trasladados a Civitavecchia, puerto de Roma, el grupo de mallorquines fue encarcelado en la capital italiana. Desde allí serían enviados a la isla de Ventotene, un lugar en medio de la nada, donde entablaron relación con los políticos italianos, como Sandro Pertini, que encabezarían los gobiernos democráticos tras la caída del régimen fascista de Mussolini. A medida que avanzaba la II Guerra Mundial, en la que Italia entró en 1940 uniendo su suerte a la Alemania nazi, se realizaron las gestiones para el regreso a España de parte de aquellos exiliados en un país hostil. Un tren especial les llevó de nuevo a España y en este caso a la Cárcel Modelo de Barcelona. Allí permanecieron hasta su retorno a Mallorca, donde tras el paso por la Prisión Provincial y habiéndose acreditado su «conducta intachable», fueron liberados al poco tiempo. Así concluía un cautiverio de 2.560 días que supuso toda una odisea para Juan Matas y sus acompañantes, algunos de los cuales siguieron otros caminos. Desde 1943 Juan Matas se dedicó a su empresa familiar de cliches, llamada primero Diapositivas Matas y después Publicidad Matas, hasta su fallecimiento en 1993. Una experiencia que marcó sus vidas y que muchos años después motivó la redacción de estas páginas, ahora plasmadas en un libro editado por Lleonard Muntaner, con prólogo del catedrático de la UIB Miquel Duran; introducción del catedrático Alfonso Botti, de la Universidad de Urbino y un estudio preliminar del doctor en historia Joan Josep Matas
Última Hora 13/05/2008
|